El Estrés: ¿Qué es y cómo podemos gestionarlo?
El estrés es una respuesta natural que tenemos cada uno de nosotros frente a situaciones desafiantes o demandantes. Sin embargo, cuando el estrés se vuelve crónico o insostenible, puede tener efectos negativos en nuestra salud física y mental.
¿Qué es el estrés?
El estrés se define como una respuesta fisiológica y psicológica del organismo frente a estímulos estresantes, ya sean físicos, emocionales o cognitivos. Con lo cual, el cerebro libera hormonas del estrés, como el cortisol, que hacen que el cuerpo se active para dar una respuesta de lucha o huida. Por lo tanto, en cierta manera, un poco de estrés está bien, porque nos activa y nos ayuda a afrontar la situación que nos preocupa. Cuando ya hayamos afrontado ese acontecimiento, nuestro cuerpo vuelve a su estado de equilibrio. Pero, cuando este estrés se vuelve crónico puede tener un impacto perjudicial para la salud física y mental.
Existen dos términos que están relacionados con el estrés y son: el distrés y el eustrés
El estrés crónico puede ser desencadenado por muchos factores, como problemas económicos, conflictos familiares, problemas laborales, enfermedades crónicas, etc. Además, el estilo de vida moderno, con su ritmo acelerado, las demandas constantes y la presión social, también puede contribuir al estrés crónico.
Efectos del estrés crónico en la salud:
El estrés crónico puede tener un efecto negativo en la salud en diferentes aspectos:
- Salud física: puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, suprimir el sistema inmunológico, provocar trastornos digestivos y contribuir a la aparición de diversas enfermedades crónicas.
- Salud mental: puede desencadenar o agravar trastornos de salud mental como ansiedad, depresión, entre otros. Así mismo, puede afectar el sueño, la concentración, la toma de decisiones y disminuir el rendimiento cognitivo.
Estrategias para manejar el estrés:
- Identificar las fuentes de estrés y tratar de eliminarlas o reducir su impacto.
- Priorizar el autocuidado y dedicar tiempo a actividades que proporcionen placer y alivio de la angustia, como hobbies, lectura, música o tiempo al aire libre.
- Practicar técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación, el yoga y la relajación muscular progresiva, ya que se ha visto que estas técnicas pueden ayudar a reducir la tensión y promover la relajación.
- Realizar actividad física: el ejercicio que se practica de forma regular ayuda a liberar endorfinas, que actúan como analgésicos naturales y mejoran el estado de ánimo. Además, ayuda a reducir la tensión acumulada y a promover un sueño reparador.
- Buscar apoyo social: contar con una red de apoyo sólida, compartir los problemas y recibir el apoyo de personas cercanas puede ayudar a reducir el estrés y proporcionar un sentido de pertenencia y conexión.
- Gestionar el tiempo: organizar y priorizar las tareas, establecer límites y aprender a decir «no» cuando sea necesario puede reducir la sensación de desbordamiento y aumentar el control sobre la situación.
Para finalizar, el estrés es una parte del día a día, pero aprender a manejarlo es fundamental para preservar nuestra salud y bienestar. La incorporación de estrategias efectivas puede mejorar nuestra calidad de vida y ayudar a hacer frente a los desafíos cotidianos de forma adaptativa. Así mismo, podemos evitar que el estrés se vuelva crónico.
Bibliografía:
- American Psychological Association (APA). (2021). Stress. Recuperado el 27 de junio de 2023 de https://www.apa.org/topics/stress
- National Institute of Mental Health (NIMH). (2021). 5 Things You Should Know About Stress. Recuperado el 28 de junio de 2023 de https://www.nimh.nih.gov/health/publications/stress/index.shtml
- Mayo Clinic. (2021). Stress management. Recuperado el 28 de junio de https://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/stress-management/basics/stress-basics/hlv-20049495